Todavía siento en el oscuro silencio un leve sabor a ti.
Parece que el dolor me hubiera envuelto, de nuevo, como ayer.
Hoy siento esta despedida como vidrio cortando mi piel.
No sabía que habíamos hecho un trato.
Nunca entendí porqué creías que el olvido se compraba con silencio.
¿Puede alguien ser todo y ser nada?
¿Pueden las promesas llegar a ser más que solo palabras?
Hoy repaso con cuidado las cartas que escribías
cada palabra, cada línea...
todo parece una gran mentira.
Vamos a jugar de nuevo al amor que un día inventamos.
Duerme conmigo un momento, soñemos que esto no ha muerto.
Te propongo detener el tiempo, a cambio de todo: mi olvido y silencio.
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