Hoy trato de hacer un compendio de todas las veces en las que he tratado de buscarle una razón a lo que sucede, no he logrado ningún resultado concreto. Al escuchar una canción de Piero (de la que no recuerdo el nombre) una frase asaltó mi memoria y se quedó merodeando mis ideas: "Ahora, somos un cuaderno de recuerdos arrugados". Solamente me detuve a pensar en lo cierta que es esta frase. Las personas no nos convertimos más que en una suma de ideas que al fin y al cabo construye lo que somos. Nuestros éxitos y fracasos son la huella que deja la inmensa cantidad de intentos (muchas veces vanos) que realizamos, lástima que a veces solo podamos darnos cuenta de que algún logro de tiempo que ya pasó, se vea atenuado por la indecisión de los momentos o por la falta de cuidado que se les puso a los mismos.
El arrepentimiento, el despecho y la angustia , no se convierten más que en insignificantes acompañantes de la existencia...No existe tiempo que regrese, el tren pasa una sola vez.
Me tomo un poco el nombre la maravillosa obra de Rosa Montero. Altero el orden del título porque sé que eso es de ella, de Rosa. Mis letras son la mayoría del tiempo un yo que adquiere distintas caras y distintos cuerpos; otras veces no soy yo sino alguien más, escribo para curarme y también para curar, para contar y para SER.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Roles?
Hoy tuve que asistir a una reunión con mi hijo porque, a veces, el plan no sucede como estaba pensado. Estuve casi 30 minutos en una sala ...
-
Las redes sociales son un monstruo que crece a pasos desmesurados cada día. A ese ser, a veces tan bueno y a veces tan horripilante, le gust...
-
Durante un reconocido espacio televisivo de entrevistas, sosteniendo con efusividad una diminuta silla de madera rodeada por una bandita tri...
No hay comentarios:
Publicar un comentario