No soy de las personas que gustan de ver televisión, lo hago
cuando tengo algo de tiempo libre o cuando quiero ver los noticieros del país.
Veo también programas de televisión de canales de otros países y mientras lo
hago, mi ojo se vuelve crítico de modo automático.
Sin embargo, este domingo al llegar a mi casa prendí la
televisión. El programa Ecuador Tiene Talento estaba iniciando. “Hay que ver” ,
me dije. Entonces, allí estaban los cuatro jueces en la “mesa de la
inquisición”. Y la llamo así porque los comentarios que emiten, muchas veces
son poco fundamentados y excesivamente lastimeros. Está Paola Farías “La
niñera” y además la jueza “bonachona” del programa. Wendy Vera, la maldad
y pedantería con pies, además creo que
es cantante de tecnocumbia o algo así (sin desmerecer al género musical,
claro). Luego está Fernando Villarroel (actor, supongo) y María Fernanda Ríos
(si alguien me explica quién es y de dónde salió, lo agradezco).
No ví el programa completo, pero pude ser testigo de un par
de presentaciones. Yo no sé nada de canto, ni de baile, ni de actos
extravagantes, pero en mi humilde opinión de #Ciudadana- #LlamingaDePerfilBajo
- #Ecuatoriana , creo que un par de actos que se llevaron a cabo son dignos de
reconocer.
Sin embargo, hubo algo que me llamó la atención: pasaban al
escenario las “Chicas Miau”. Un trío de mujeres con la nariz pintada y bigotes
dibujados. ¿Qué iban a hacer? Cantar, bailar…supongo. Empezaron su presentación
y al pasar un ratito estaban gritándose, jalándose de los pelos e insultándose.
Después de todo el barullo las cámaras las siguieron hasta los exteriores de
los estudios, mientras corrían por las calles y gritaban – y se gritaban –
cosas sin sentido.
La Supercom ya emitió una amonestación por transmitir esas
imágenes en un horario en el que los guaguas todavía están despiertotes. Claro,
yo asumo que ni siendo guagua ni siendo adulta quería ver eso. (¿Por qué no
cambié de canal? Ya se estaban tardando en preguntar. Ocurre que estoy tratando
de desempolvar mi pluma, y por algún lado debo empezar).
Luego, veo en redes sociales un video en el que los “sabios”
jueces del programa cuestionan a una menor de edad por no creer en Dios. Ví el
video, creo que la niña canta bastante bien. Dejando de lado la cara de “algo
apesta” de un par de jueces (tal vez su conciencia es lo que emite ese olor
putrefacto), lo “pepa” en este caso es que se les ocurrió la brillante idea de
preguntarle a la chica si es que creía en Dios. Ella dijo que no, y después le
salieron con frases ametralladas, “Deberías creer, a ver si te hace el
milagrito”, “Sin Dios no llegarás lejos”, bla bla.
Además, le dijeron que si ella se consideraba autodidacta, o
que si así practicaba el canto, no iba a llegar lejos. (¿Sabrán los jueces de
la vida de tantos genios AUTODIDACTAS de la historia? Parece que no. ) A esto
súmenle la ridiculez del conductor (Estrada, creo) gritando como bobo detrás
del escenario.
Fuera de ello, estoy consciente de que nadie está en
condiciones de cuestionar las creencias de otras personas. Está bien compartir
ideas, opinar, pero ¿cuestionar?.
Es hora de cortar esto de raíz, y además quitarles las
ínfulas de genios que tienen los 4 jueces que no merecen calificar nada.
Primero deberían calificar sus propias vidas antes de juzgar las de los demás.
Ojalá que, algún día, las herramientas para cazar talentos sean bien pensadas y
fundamentadas, y no llevadas por un show innecesario, falto de cultura y de
respeto hacia el televidente. ¿Han visto alguna otra versión de xxxxx Tiene Talento? Yo sí, y me queda
la inmensa duda de saber en qué momento las mentes detrás de la versión
ecuatoriana perdieron la noción de la verdadera intención del programa.