Sentada ahí, sobre una torpe hilera de palabras,
trazó lentamente un suspiro que congeló el sentimiento con su frío.

Ahí,con las pupilas fijas en el tiempo,
tratando de arrancarle un grito al silencio de lo incierto.

Detrás, atravesando con sus pasos el umbral,
por fin pudo mirar.
No había más que el abrazo roto
recogiendo algunos besos atados a la espera y al remordimiento.

No hay comentarios:

¿Roles?

  Hoy tuve que asistir a una reunión con mi hijo porque, a veces, el plan no sucede como estaba pensado. Estuve casi 30 minutos en una sala ...