Sentir el sutil roce del viento en mi rostro hace que vengan los recuerdos de nuestro último encuentro.
¡Tan fugaz, tan bello!
Revivir lo que eres, no sé cómo te quedaste tan dentro!
Hoy estás tan lejos pero también tan cerca, ¿cómo al mismo tiempo?
En mi mente, en cada palabra que sale de mi boca: tú.
En cada respiro, en cada mirada, nada encuentro, solamente tú.
Tal vez nunca te tenga, tal vez nunca me quieras como quiero que me quieras.
Tal vez te quedes dentro.
Tal vez solo te olvide para siempre.
Pero quemaré tu sombra, la que una vez quemó mis días.
Desecharé tus palabras
y elevaré tu mirada para que se marche con el viento.
No quedará nada,
nada más que el ineludible pasado.
Solo aquel fugaz encuentro, que una vez nos acercó tanto,
y hoy, hoy te lleva tan lejos.
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