Sobre el impuesto a la herencia y otros demonios

Es lindo el Ecuador, ¿no? Tenemos de todo, fauna y flora variada…y no solamente en la naturaleza. Resulta pues, que el sitio en el que se deciden las leyes del país, sitio en el que reposan esas mentes brillantes que se encargan de encaminar a la nación en un sendero u otro, también es diverso. De todo podemos ver. Pero eso sí, la mayoría de estos curiosos personajes tienen el “corazón” (si es que tienen) de un solo color. De un color que con el tiempo corre el riesgo de caer en la más mísera podredumbre.

En menos de dos meses, el país ha pasado por profundos cambios. No necesariamente buenos.

Y claro, como quejarnos de todo o casi todo es parte de la sangre que corre por nuestras venas, entonces no estamos de acuerdo. No estamos de acuerdo con los impuestos, no estamos de acuerdo con la mayoría oficialista en la asamblea, no estamos de acuerdo con las cadenas en medios de comunicación las 24 horas del día. A veces no sabemos por qué, pero NO estamos de acuerdo.

¿Mi posición? Tal vez no reciba una herencia millonaria, y los hijos que todavía no tengo tampoco lo harán. Tal vez tampoco llegue a comprar algún producto considerado “suntuario” por los revolucionarios verdes. Sin embargo, el poco o mucho dinero que reciba, es mío. Parte de él va al estado y no siento que haya sido invertido en otra cosa que sabatinas, propaganda y lujos para los mashis. Yo quiero pagar un impuesto que se vea reflejado en un turno inmediato en hospitales del IESS, quiero pagar impuestos que se vean reflejados en seguridad ciudadana (para que no me roben el dinero que sirve para pagar el mismo impuesto). Quiero pagar un impuesto que se “haga ver”.

Y otra cosa: ¿por qué estamos obligados a escuchar mil veces al día, a la niña con su pappo, al ecuador diverso, a las “buenas nuevas” de este país que se está convirtiendo en la antítesis del buen vivir que tanto nos promocionan?

Poder elegir también es libertad. Poder opinar también es libertad, poder decidir si quiero cocinar con leña, kerex, gas o lo que sea también es libertad.

Es posible que, por ahora, no veamos con claridad el final del camino. Pero si debe haber un cambio, hay que levantarse de la silla y determinar a qué dirección debemos ir, en conjunto.  



ero claro que la r. Claro estantes que se encargan de encaminar al pa leya
 ma


1 comentario:

Unknown dijo...

Bien Majo por el artículo. Es la verdad dicha en pocas palabras. Y bien por revivir este Blogger que ya he estado extrañando.

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